AVIONES DE PAPEL

En las clases ya no se puede parar, el sol da de lleno y hace tanto calor que ni con las ventanas abiertas se puede trabajar a gusto. Y es que estamos ya a final de curso y estamos trabajando las vacaciones y los viajes. Luis nos cuenta que se va de vacaciones a Rumanía y para eso tiene que coger un avión. ¡De pronto todos quieren volar para sentir el aire fresco…!

-Pues venga, vámonos al porche- les digo.

Y cogiendo un puñado de folios para reciclar les digo que vamos a hacer aviones de papel. Deben estar atentos para ver como se pliega, poco a poco, con cuidado, y nuestro papel va tomando forma.

-¡Que chulo, yo lo quiero!

Entonces subo el avión al aire, le doy un leve impulso y lo dejo caer para que planeando caiga con suavidad en la mesa o los pies de algún chiquillo.

Ellos entusiasmados irrumpen en aplausos y quieren hacer volar también el papel.

Ya no los interesa como se pueden conseguir hacer el suyo, sólo tenerlo en sus manos para poder hacerlo volar. 

Mientras por turnos van lanzándolo yo voy plegando más papeles, hasta ocho. Y nos vamos al porche, y los voy lanzando poco a poco para que ellos los sigan corriendo y con la mirada para poder cogerlo y lanzarlos ellos. No se pelean, solo gritan, corren y sudan.

Al final la actividad ha sido divertida, pero no ha paliado el calor.